El cambiante papel de la religión y de las creencias religiosas: laicicismo y fundamentalismo.

El cambiante papel de la religión y de las creencias religiosas: laicicismo y fundamentalismo.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

El consumo como religión: ¿la nueva fe?



Hoy no somos menos religiosos que hace 300 años, tal vez ya no adoremos a Dioses lejanos ni profetas mártires, tal vez ya no creamos en supersticiones irreverentes o en mitos creadores de formas, pero seguimos dejándonos guiar por el mandato sagrado de unos pocos empeñados en mantenernos, como dijeran Freud y otros autores, en una constante y patológica minoría de edad. Creemos que nos hemos liberado del peso opresor de la religión histórica, pero, tal vez sin darnos cuenta, tal vez por pura necesidad espiritual, hemos vuelto entre todos a permitir que el culto a lo religioso determine nuestra existencia, acudiendo fieles cada día a nuestras diferentes citas con la reverencia a lo sagrado de nuestros días, con las ofrendas y los rezos al nuevo Dios del consumo y sus nuevos profetas del capitalismo sacralizado. Hemos pasado del viejo calendario, con su santoral, plagado de vírgenes, obispos, mártires, monjes, abades, presbíteros, apóstoles, ermitaños, reinas, beatos, diáconos, cardenales y, cómo no, ángeles, arcángeles, serafines y querubines, a un nuevo modelo donde estos se van sustituyendo por los días internacionales de la más diversa índole, pero que cumplen la misma función. Nos recuerdan cada día que allá arriba, sea en el cielo, o sea en la noosfera de las ideas humanas y sus cuerpos simbólicos estructurados, hay un Dios al que adorar, un Dios al que servir, un Dios al que seguir, un Dios al que entregar nuestra minoría de edad, un Dios por el cual vivir y en el cual ampararnos y protegernos. No, no somos hoy menos religiosos que ayer, todo lo contrario.


Pedro Antonio Honrubia Hurtado

¿Te habías parado a pensar en esto? ¿ Que opinión te merece?

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